Prueba SYM Symphony 125 2021

La firma taiwanesa ha renovado este año el best-seller de su catálogo aprovechando la llegada de la normativa Euro 5. Así, el SYM Symphony 125 2021 sustituye al S que conocíamos hasta ahora, y aterriza en los concesionarios para seguir marcando la pauta entre los scooter rueda alta del octavo de litro, el tercero más vendido de este tipo en lo que va de año en nuestro país con más de 1.200 unidades matriculadas y el séptimo del segmento global de 125. 

La gama SYM cada vez es más fuerte, fruto del excelente trabajo realizado por el importador español Motos Bordoy desde 2004. Actualmente, su abanico de opciones integra más de una veintena de modelos, ocho cilindradas y enfoques GT, rueda alta, compacto y retro. Cabe recordar que la gama SYM Symphony queda escalonada en 4 bloques: SR, 50/125 y ST (125 LC) más la versión Cargo (50/125).

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El SYM Symphony 125 es el último modelo de la profunda actualización de gama de este año, junto a otras importantes novedades como el SYM Maxsym 400, el SYM Joymax Z+ 125 o el SYM Fiddle 125, con quien comparte motorización. Tampoco hay que olvidar que el Symphony 50 también se ha mejorado, ahora con inyección electrónica y 3 CV a 8.000 rpm.

En el punto de mira del Symphony 125 (2.499 €) encontramos rivales con llanta delantera de 16 pulgadas y culata de 2 válvulas como el Daelim S16 125 (1.895 €), Honda SH Mode 125 (2.900 €) o el Kymco Agility City 125 (2.299 €). También encontramos el Peugeot Tweet 125 Active (2.195 €) y el Piaggio Liberty 125 (2.299 €), pero ya con culatas de 4 y 3 válvulas, respectivamente.

CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO

Además del rediseño completo de la carrocería, el SYM Symphony 125 ha visto optimizada su mecánica monocilíndrica SOHC con 2 válvulas y refrigeración líquida para ascender a 11,4 CV (antes 10) a 8.500 rpm y 10,3 Nm (antes 9,3) a 6.500 rpm, minimizando consumos y emisiones, al tiempo que se ha ganado suavidad y precisión de respuesta. Inyección electrónica firmada por Continental, depósito de 5,4 l. y 122 kg de peso (seco) son otras de sus cifras.

Su faceta más práctica queda reforzada por el habitual suelo plano, además de un hueco bajo-asiento más grande que permite alojar un casco jet y algunos integrales "no atómicos", gancho portabolsas, toma de corriente USB QC 2.0 para cargar el Smartphone, guantera en el contraescudo y baúl de 33 l. con llave unificada. Frenada combinada CBS, discos lobulados, reposapiés de pasajero retráctiles, caballete central, doble amortiguador trasero, instrumentación mixta analógica-digital e iluminación LED completan el conjunto.

EN MARCHA

Gracias al suelo plano, la accesibilidad al Symphony es una acción sencilla que apenas requiere esfuerzo. A sus mandos adquieres una posición natural y cómoda, ideal para circular entre el tráfico de la ciudad, su radio de acción ideal. Es lo suficientemente estrecho como para zigzaguear bien entre coches, pero suficientemente ancho para que sobre su asiento te sientas cómodo. El radio de giro es muy amplio, facilitando también las habituales maniobras diarias en poco espacio.

El nuevo motor es una delicia, más suave y con mejor tacto que el de la anterior generación Symphony 125. Se nota algo más suelto y vivo, obsequiándote con una aceleración contundente, tanto desde parado como recuperando en marcha. Superar los 100 km/h de marcador en vías extraurbanas es pan comido.

Las llantas de 16 pulgadas son la clave de una excelente estabilidad, incluso con cierto toque deportivo, ya que su contenido peso y correcto tarado de suspensión la hace muy ágil, divertida e instantánea. Jugando con su estrecho manillar te mueves como pez en el agua y, respecto a la frenada, el sistema combinado ayuda a tener todo controlado en ambos trenes cuando aprietas la maneta izquierda.

Muchas veces miramos mal a un scooter rueda alta frente a un GT por su menor capacidad de carga, pero este 125 incluye baúl trasero para poder guardar el casco y pequeños objetos, además del propio hueco bajo-asiento, que permite alojar un casco jet/demi-jet o algún integral convencional (sin tomas de ventilación prominentes ni alerones) de manera excepcional.