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Prueba Triumph Bonneville T100: La máquina del tiempo

Fotos: Mariano Hinjos
Todo un legado de la historia de las dos ruedas, conservando la estética que la elevó a la fama, pero con una mecánica actual que te permitirá disfrutar de todo un abanico de virtudes para todo uso.

La primera Bonneville, la T120, hizo acto de presencia en el _Earls Court Bike Show- en el 1958, iniciándose su producción el año posterior. Pero no fue hasta 1969 cuando la Triumph Bonneville alcanzó lo más alto. Llegaba con su doble carburación y todo eran virtudes en favor de su manejo, diseño, potencia, etc. La “Bonnie” se convirtió en toda una leyenda tanto en Inglaterra como en Estados Unidos.

Fue un icono de los peregrinos Rockers que llegaban al famoso Ace Cafe, donde podían verse un gran número de Bonnevilles aparcadas a la entrada. También fue montura de famosos como el cantante Bob Dylan y acompañó en la gran pantalla a actores de la talla de Steve McQueen, Marlon Brando o Clint Eastwood. Sin olvidar sus raíces británicas, el modelo T140J homenajeó el Queen’s Silver Jubilee, 25 aniversario de la ascensión de la reina Isabel al trono y, ya en 1981, se fabricaron 250 unidades del modelo T140LE para celebrar la boda del príncipe Carlos de Inglaterra con Diana Spencer. En 1983 cesó la producción, para retomarse con licencia Harris del 85 al 88, momento en el que de nuevo dejó de fabricarse hasta el año 2000. Pero es en 2009 cuando la casa de Hinckley nos brinda la Bonneville T100 conservando aquellos detalles que la hicieron todo un icono en las dos ruedas.

Prueba Bonneville T100 - Peso bien repartido

Toda una clásica que ha sabido rescatar el estilo de toda una época en una moderna montura.

Bonnie & Clay

El fabricante británico ha moldeado el diseño de esta clásica de las carreteras con el mismo detalle que un escultor moldea la arcilla (Clay en el idioma anglosajón), sin descuidar aquellas formas y características que la hacen única y que, pese a su avanzada edad, – sólo en lo que se refiere al nombre – le hacen seguir perdurando en el tiempo. Es muy complicado pararse a mirar la Bonneville y encontrar detalles modernos que la desvinculen de su historia, cosa que en modelos similares como la SportClassic no se ha terminado de afinar.

Prueba Bonneville T100 - Inyección escamoteada en cuerpos de carburación

El fácil manejo la sitúan en una perfecta candidata para todo tipo de usuarios.

Sus dos falsos cuerpos de carburación esconden un moderno sistema de inyección donde incluso la palanca del estárter sigue apelando a no perder ese clasicismo. Su motor bicilíndrico ofrece unos nada despreciables 68 Cv, suficientes para plantearnos cualquier tipo de desplazamiento, ya sea una larga ruta o simplemente visitar el Madrid de los Austrias. Con 865cc, el motor de la británica se entrega con una delicadeza exquisita hasta las 4.500 rpm, convirtiéndose en una autentica cañonera de empuje si continuamos subiendo de vueltas.

Rebelde

En el modelo que hemos tenido para la prueba la T100 Black Edition nos han gustado especialmente tanto los detalles funcionales como los estéticos. Entre los funcionales el juego de frenos, en el delantero con un monodisco de 310 mm y doble pistón que cumple muy bien su cometido y el trasero de 225 mm con doble pistón que ayuda enormemente en la frenadas combinadas y es que sus 205 kg, que están muy bien repartidos con un centro de gravedad muy bajo, son retenidos con contundencia hasta en las frenadas más acusadas. Una de las pegas que veo es la disposición de la palanca del freno trasero, un poco elevada – respecto a la posición más lógica del pie en la estribera – y que es fácil de tocar.

Las suspensiones actúan de manera correcta, aunque un poquito seca en la parte delantera, lo que a velocidades más alegres producen algún rebote incómodo según en qué tipo de asfaltos rodemos.

Prueba Bonneville T100 - Facilidad de uso

El fácil manejo la sitúan en una perfecta candidata para todo tipo de usuarios.

Volviendo a la estética, un detalle deliciosamente retro son las cachas de caucho en los laterales del depósito, bonitas y prácticas a la vez. El tapón de gasolina sin llave no es lo que se dice muy seguro, aunque podemos adquirir uno con cerradura como accesorio. El bloqueo clausor, dispuesto en el lado contrario al arranque y de llave independiente, evoca otras épocas pero que se nos antoja poco práctico, ya que es fácil arrancar la Bonnie olvidando que tenemos el bloqueo puesto.

Visualmente, en la instrumentación es donde más se nota el salto generacional de esta moderna montura. Los marcadores analógicos se encuentran mezclados con una pantalla digital que ofrece información sobre kilómetros parciales, totales y hora.

La Gran Evasión

A la hora de afrontar tus salidas la inglesa se muestra sencilla y fácil de manejar, incluso con inclinaciones donde es bastante fácil hacer sonar los chivatos, eso sí, sin una sola muestra de estar en los límites y transmitiendo un nivel de confianza muy elevado. Pero ¿que pasa cuando la metemos en el caótico tráfico urbano? pues que se mueve de manera ágil a bajas velocidades, incluso contando con sus nada despreciables 1.500 mm de distancia entre ejes.

Para el acompañante no hay mucho donde agarrar, aunque lo podemos subsanar con la opción de asa trasera, rack equipaje o respaldo alto, disponibles en el catálogo de accesorios. Tampoco pienses en llevar bolsa sobre depósito ya que la forma del mismo no te permitirá anclarla con comodidad a no ser que sea de pequeñas dimensiones o te gastes los cuartos en la específica de la casa. Como alternativa también tienes disponible un conjunto de alforjas laterales de cuero o en materiales textiles.

Prueba Bonneville T100 - También en ciudad se moverá con soltura

Su comportamiento también es adecuado para afrontar el día a día en las ciudades.

Eso sí, con un consumo aproximado durante la prueba de unos 6 litros, se puede decir que puedes plantearte cualquier tipo de desplazamiento: por ciudad podemos ir fácilmente a un litro de consumo añadido y, tenemos que ser francos, el consumo ha sido realizado con una conducción alegre.

Una cosa está clara: si lo tuyo es ir buscando modelos clásicos, con unos cánones de belleza que marcaron y siguen marcando todo un estilo, tienes en la Bonneville el objeto de tus deseos y no pienses en que estás renunciando a un buen motor o que te toparás con dosis de conducción austeras. Todo lo contrario, te sorprenderá por su manejabilidad, apta incluso para los conductores menos experimentados y donde tu gran bonnie te agradecerá que la eligieras en cada paseo que quieres emprender respondiendo con sorprendentes dosis de diversión, al mejor estilo.

¿Qué piensa el usario?

Aprovechando una de las salidas del foro me llevé una de las unidades prestadas por Triumph España. Para ello elegimos la zona de Puebla de la Sierra, donde nos desplazamos unos cuantos amigos y donde alguno de ellos pudo probar la montura de Hinckley.

Adolfo Gálvez

Prueba Bonneville T100 - Fete

Adolfo es habitual de la marca, pero su Triumph Street Triple dista mucho de la Bonneville que le hemos propuesto probar.

«El peso me ha parecido muy contenido y el amplio radio de giro del manillar hace que puedas girarla con soltura. Sencilla de mover entre el tráfico para ir a trabajar por las mañanas. El pero es la posición de las estriberas, que son grandes y están justo en medio, es decir, justo en medio del lugar donde colocas el pie para apoyarte. Entiendo que se soluciona con cierta costumbre. Eso sí, me pareció muy confortable tanto por la postura como por el asiento, bajito y muy mullido. Si no vas a altas velocidades o eres de esos que yo llamo – inmunes al viento -, puedes hacer un buen montón de kilometros sin sensación de cansancio.»

«Ese aire retro está en algo mas que detalles o “toquecitos” es algo muy presente en toda la moto, porque los que la buscan es principalmente por eso. Si tengo que elegir un adjetivo, sin duda me quedo con elegante.»

Rubén Clark

Prueba Bonneville T100 - Ideal sea campo, carretera o ciudad

Rubén habitualmente pilota una Yamaha YZF-R6.

«El empuje del motor me parece suave (vengo de una R6), pero con fuerza progresiva y de muy fácil manejo. Agradable de conducir y maniobrabilidad mayor. Se nota que pesa mucho al levantarla en parado, pero desaparece en cuanto la colocas en posición vertical 😀 (no es mucho el recorrido, vamos que no tiene mucha inclinación desde que recoges la pata).»

«Creo que quien haya llevado ésta moto anteriormente y la compare con la actual, le recordará el espíritu de los rockers (mods vs. rockers), pero con la tecnología y la fuerza del futuro. Eso sí, tiene más clase; y unos detalles que te hacen ir despacito, para que no sólo tú los disfrutes.»

Balance final

Lo mejor

  • Facilidad de manejo
  • Acabados
  • Motor
  • Consumos

Mejoraríamos

  • Protección aerodinámica
  • Bloqueo claustor y tapón de combustible
  • Ausencia de agarraderas acompañante
  • Suspensiones mejorables

Acción: Rubén Clark

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