Hoy os voy a hablar de una chica picarona, no apta para aquellos que no lleven unos años sobre dos ruedas, ya que es exigente y a la hora de salir con ella le gustan las cosas claras. Si cumples con este perfil te encontrarás con la chica de tu vida.
Uno de los grandes aciertos de la casa de Bolonia ha sido su naked y superventas Monster, desde sus comienzos allá por el año 1992, siempre ha destacado por su estilo, que marcó un antes y un después para Ducati. Los diferentes remozados del modelo original han ido ofreciendo mejoras continuadas y ahora Ducati ha dado un paso más creando un producto destinado a aquellos que buscan estilo y carácter en una montura manejable y eficaz. Una Monster para los más exigentes.
Pasarela Ducati
La italiana puede presumir del buen estilo propio de su país de origen, con una belleza a prueba de toda duda. Su chasis tubular de acero rojo y su subchasis de un estilo contrapuesto – casi parece un basculante trasero – le dan un toque arrebatador, rematado por las formas del colín trasero recortado a la misma altura que el fin de los silenciosos – tan sólo prolongado por el portamatrículas – en un acierto total cargado de personalidad. Pero claro, si la observamos por su flanco derecho, tenemos una de las bondades estéticas más destacables – que como la más coqueta de las modelos tienen su lado bueno y otro aún mejor – , poder disfrutar de la llanta trasera al completo, gracias a su basculante monobrazo de aluminio.
Por cierto la italiana es como una Barbie, con toda una colección de vestiditos, mejor dicho kits de personalización, compuesto por tapas de depósito, colín, guardabarros y cúpula, que la convierten en toda una ratita presumida y que puedes adquirir para personalizar tu montura. ¡Ah, y cuidado! que la muy cuca sale de fábricacon tiras laterales Ducati en sus llantas de aleación.
Antes conócela
La 796 es la chica que todos ansiamos poseer, el equilibrio perfecto entre la más radical 1100 EVO y la más suave 696. La Ducati 796 podríamos denominarla como toda una vampiresa; como toda Ducati muestra su nervio y es exigente con quien tiene una cita. A la hora de moverla le va la marcha y buena prueba de ello es que eso de abrir poco el mango no va con ella, para que la nena responda le gusta estar por encima de las 4.000 vueltas, por debajo parece como si estuviéramos montando sobre una chopper – ruidosa y con vibraciones – , es decir busca un novio que la meta caña. De hecho, si adoptas un estilo de conducción sport, te darás cuenta de un detalle característico: esta montura tiene una sexta real. Me explico, no sólo la sexta, sus marchas se hacen palpables en cada una de sus recorridos, con desarrollos largos, lo que por otro lado te permite calmar su nerviosismo inicial para hacer entregas largas y disfrutar con cada cambio. Por cierto, impresionante el embrague hidráulico de sistema antibloqueo (APTC), por mucho que te pases en tus reducciones la moto dosifica a la perfección tus exigencias y patina lo necesario para evitar bloqueos traseros que puedan ponerte en una situación comprometida. Si eres un poquito quemaete y te va darle al mango tienes la pre-instalación de un sistema DDA (Ducati Data Analyzer), que permite comprobar y comparar tanto tu rendimiento como el de la moto, a modo de memoria USB que se conecta bajo el asiento.
Lo cierto es que me ponen las bicilíndricas ducatistas. Su motor en L entrega un par de 78Nm a 6.250 rpm y es precisamente en esas revoluciones donde mejor se comporta, desaparecen las vibraciones y la conducción se torna suave. Su posición de conducción es cómoda, no necesitas cambiar la postura, se muestra ergonómicamente perfecta tanto para un uso relajado como más sport. Los 800mm que separan su asiento del suelo la hacen apta para multitud de tallas, aun así existe la posibilidad de un asiento rebajado.
Con 167 kilos es muy manejable para cualquiera y podríamos decir que unisex, ya que sus medidas contenidas la hacen una candidata muy polivalente. Sus 87 cv la dan el puntito de picarona que te dejará con ganas de no desmontar de ella, así como un buen saco repleto de buenas sensaciones.
La cita
Pero nos toca lo más importante, comprobar cómo se comporta a la hora de sacarla de marcha y es aquí donde encontramos una moto con las cosas claras. Su medio indudablemente es el asfalto pero, ojo, no cualquiera. Aquí su Horquilla invertida Marzocchi de 43mm se comporta de modo exigente con la calidad del asfalto y lo bacheado del mismo, debido a su marcado carácter deportivo. La falta de regulación delantera es una de las mejoras que se le podrían incorporar. En su parte trasera su comportamiento es impecable gracias al buen desempeño del monoamortiguador SACHS con ajuste progresivo de precarga y extensión, dispuesto sobre el bello basculante monobrazo.
Una de las cosas que más nos ha gustado es su efectivo sistema de frenos – nada intrusivo ni agresivo, muy eficazmente dosificable. En la parte delantera monta radiales con bomba y pinzas Brembo de cuatro pistones que muerden eficazmente su doble disco de 320 mm. En la parte trasera disponemos de un doble pistón actuando sobre disco de 245 mm. Adicionalmente podemos incoorporar un sistema ABS para mejorar la frenada. Por otro lado hay que destacar el comportamiento de los Pirelli Diablo Rosso, con un 120/70 delantero y un 180/55 trasero montados sobre llantas de 17”.
A la hora de curvear y enlazar curva tras curva, la moto entra a las mil maravillas y podemos pedirle lo que queramos, eso sí, es un conjunto ligero y hay que hacerse a ella, cualquier irregularidad sobre el asfalto se nota. Con 1.450 mm de distancia entre ejes es como llevar un juguete, en los tramos más revirados lo notaremos sobremanera y su control es especialmente sencillo, actuando sobre su manillar de ancho idóneo y situado a la altura perfecta. A la hora de controlar la velocidad su completa instrumentación, sobre panel digital, está situada de manera algo complicada de visualizar, de hecho nos obliga a agachar la mirada para poder verla.
Cambiando de escenario, a la hora de meterla en la ciudad es donde más notaremos lo contenido de sus medidas, moviéndose entre el atascado tráfico como un scooter de manera impecable y ágil. La mayor molestia culebreando entre enlatados nos las proporcionarán sus espejos retrovisores, de diseño perfecto, pero de posición poco útil y un ancho excesivo.
Sí quiero
Para ir terminando os pongo sobre la pista de qué perfil de motero es el adecuado para esta ragazza. Es la moto ideal para dar el salto sí ya atesoras experiencia sobre dos ruedas. En cuanto a los perfiles más altos puede que eches en falta algún caballo más, pero para eso tienes la alternativa 1100 EVO.
Su belleza es un punto muy fuerte, el conjunto es precioso y estamos ante una de las naked más bonitas y unisex que actualmente se venden. Su precio entre algo más de 9.000 y rozando los 10.000 euros para la versión con ABS, puede parecer elevado pero a cambio tenemos un buen número de gatchets y calidades que justifican el desembolso. ¡Ah! y por si te lo preguntas, los intervalos de mantenimiento de la moto se van a los 12.000 Km, no está nada mal ¿no?
¿Ruidosa? A mi me pone, para qué mentiros. Su sonido atrae un buen número de curiosas miradas y, qué leches, es el carácter de una Ducati. Si quieres entrar en la secta ducatista esta es la llave perfecta para hacerlo, por la puerta grande. Te esperan muchos momentos de diversión.
Resumen
Lo mejor
- Motor
- Embrague sistema antibloqueo
- Estética
- Marcado carácter racing
Mejoraríamos
- Protección aerodinámica
- Visualización instrumentación
- Suspensión delantera regulable
- Disposición de espejos
