Un año más, y ya van seis, se celebraba el pasado 2 de julio la Crom Ride en la provincia de Girona, con una ruta que unía la Costa Brava y el Pirineo. Este año, con más de 650 inscritos, ha sido todo un éxito en propias palabras de la organización. Nuevamente se hizo una selección de las mejores carreteras de Girona, llegando a rozar la provincia de Lleida mediante un control de paso en la localidad de Gósol al pie del Pedraforca.
Como cada año han primado carreteras reviradas y paisajes impresionantes a lo largo de los más de 500 kilómetros que conforman esta ruta. Todos los participantes pudieron disfrutar la tarde de antes de un concurrido Village en el Pabellón de deportes de Fontajau, que contaba con exposición de marcas, accesorios, asistencia técnica, además de los servicios del bar que ayudo a luchar contra las calores de la época.
Por su parte, El Servei Català de Trànsit, en colaboración con Anesdor, impartió sus cursos monitorizados de Formació 3.0 de seguridad y conducción. El paddock de exposición contó con la presencia de diferentes expositores, entre ellos Honda Blanmoto, Guzzi y Aprilia Tecnimoto, Macbor/Bordoy, Triumph Girona, Benelli, Royal Enfield, Fantic – Suzuki Importcross, KTM – Kawasaki Basolí, CF-Brixton-SWM-Zontes-Voge Girona Motor Shop, VectorNote, Shad – Galfer / Olympia, Atlantis Moto, Ducati Motounivers Girona, Clice .
Los participantes también tuvieron la posibilidad de cambiar sus neumáticos gracias al stand de Metzeler, revisar el sistema de frenos de sus monturas por los chicos de Galfer o equipar la moto con un set completo de bolsas y maletas Shad. Hubo controles de paso emblemáticos como cada año, las distintas etapas fueron coordinadas con el “Patronat de Turisme de Costa Brava i Pirineus de Girona” para obtener localizaciones singularmente bellas a nivel paisajístico.
El sábado por la mañana arrancó la ruta hacia Empordà a través del conocido tramo de Santa Pellaia. Tras el primer control en las ruinas de Empúries, que permitió un refrigerio gracias a Vilajuïga. El segundo destino era ya en el Prepirineo, a los pies del impresionante acantilado basáltico de Castellfollit de la Roca visto desde Montagut, donde se contó con la asistencia de Motorex. Desde allí la marcha se trasladó hacia el Pirineo por la Collada de Toses hasta la Molina, donde Motocard propuso un control de paso con el atractivo de una ruleta que dio a todos los participantes un premio seguro.
Y, de ahí, atravesando el coll de la Creueta, pasando por Berga, hasta Saldes y siempre por reviradas secundarias y con vistas de miedo al macizo del Pedraforca, hasta Gósol, control Clice, y asistencia de Shoei para el cuidado de cascos y pantallas. La ruta siguió hasta Osona, pasando por el Lluçanès, hasta reponer fuerzas en Viladrau, donde los moteros y acompañantes pudieron degustar el sabor de las mejores manzanas del mundo, las “pomes” de Girona.
Ya solo quedaba una, aunque igualmente abundante en atractivos, corta etapa por los emblemáticos tramos de rallies de Cladells y Brunyola hasta la ciudad donde confluyen los ríos Güell, Onyar y Ter. Por supuesto, no faltó en “la Crom” el cuidado fotográfico profesional a los participantes con fotos en ruta, esta vez a cargo de motor-shooting.
Los magníficos 550 km de esta sexta edición conformaron una jornada redonda, con buena ruta, y siempre un excelente cuidado y fluidez en los controles de paso. A la llegada, los participantes que finalizaron la ruta y acompañantes pudieron colmar y reponer fuerzas en una reparadora cena, esta vez un combinado de hamburguesa y nachos… y cerveza Moritz, bien merecida tras tan calurosa jornada.
Para todos los participantes y acompañantes de esta 6ª edición, el regalo de “finisher” 2022 fue un Buff original Crom Ride, que se añadió a la camiseta de bienvenida exclusiva ofrecida por la renacida y de nuevo exitosa marca Clice. Un año más, la Crom Ride Girona ha sido un éxito que abre la puerta a una ya esperada ¡séptima edición, la 2023!
