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Prueba Triumph Thunderbird Storm: La tormenta

Fotos: Mariano Hinjos
Uno de los modelos de mejor tallado de la marca británica se pone su mejor vestido negro, que junto a una nueva musculatura y a su lavado de cara nos brinda una apetecible montura cruiser destinado sólo a los que buscan lo mejor.

Desde su reaparición a principios de los 90, Triumph ha tenido en la gama custom uno de los principales pilares de su fama y de sus ventas. Desde las ligeras Bonneville hasta la custom más grande del mercado, la gigantesca Rocket III de 2.300cc, todas tienen un diseño atractivo y personal, y un comportamiento dinámico muy superior a sus rivales directos. No obstante, lo cierto es que entre ellas había un excesivo abismo de cilindrada que el año pasado fue salvado gracias a la aparición de una excelente cruiser.

Prueba Triumph Thunderbird Storm: Disfruta de la mejor ruta

Tormenta negra

Este modelo fue la Thunderbird 1700. Con una cilindrada ya más que respetable, en Triumph diseñaron para ella un precioso y musculoso motor bicilíndrico paralelo – como las Bonneville – que con una buena potencia (teniendo en cuenta el segmento del que estamos hablando) de 86 CV, era capaz de empujar suave pero poderosamente una moto larga y pesada, pero sorprendentemente estable y con un comportamiento dinámico poco menos que intachable. Desde luego, no era una naked ligera puesto que rondaba los 300 kilos de peso, pero sí era fiel en la trazada, con un buen chasis y una amortiguación firme.

Prueba Triumph Thunderbird Storm: Pesada pero impecable en su manejo

Esto consiguió que tuviera una buena acogida en el mercado – aparte de un diseño clásico pero atractivo – y, como es habitual en la marca, contaba con una extensa lista de complementos para personalizarla, desde manetas o pantalla hasta piezas de motor. Precisamente en este apartado se podía adquirir un kit de pistones big bore (o sea, de mayor diámetro) que te permitían subir de cilindrada desde los 1.597cc reales de serie hasta los 1.700. Esto conseguía aumentar la respuesta, la aceleración, el par – que pasaba de 146 a 156 Nm – y, por supuesto, la potencia máxima que llegaba hasta los 95 CV.

Preparación de serie

Pues para este 2011 en Triumph han decidido desarrollar una hermana musculada y hormonada de la elegante Thunderbird con esta preparación de motor ya instalada de serie. El resultado es la que podéis ver en las fotos que acompañan a este reportaje, y se llama Storm, tormenta en inglés. Nada que ver con la Strom de Suzuki… lo mismo pero en alemán.

Triumph tiene la megacustom con mejor comportamiento sport de todo el mercado

Como ves, el diseño es mucho más agresivo, tomando elementos de las power cruiser al estilo de la Harley V-Rod Muscle por un lado y de las Street Fighter por el otro – segmento del que, precisamente la propia Triumph es precursora – gracias a su doble faro delantero, que ya se añadió en su momento en la Rocket.

Prueba Triumph Thunderbird Storm: Bicilíndrica de infarto

Pero eso no es todo, porque también se cambió de la ergonomía gracias en manillar más corto y ancho, lo que proporciona una posición menos custom clásica, obligándote a llevar los brazos y las piernas estiradas hacia delante. Un estilo muy Bad Boy, pero que también te permite tener más control del tren delantero. Y no te viene nada mal porque, como te puedes imaginar, las prestaciones son mayores y poder tener más sujeta la rueda delantera es una buena ayuda. El poderoso y ronco sonido proveniente del masivo bicilíndrico (también cambia los escapes) ya te avisa que estás ante la cara oscura de la moto que conocías del año pasado. Las marchas entran bien y casi con sólo soltar el embrague las explosiones de los nuevos pistones sobredimensionados te van empujando hacia adelante. No obstante, es sorprendente cómo se ha conseguido un funcionamiento que se puede considerar como suave y acompasado con una cilindrada unitaria tan grande.

Prueba Triumph Thunderbird Storm: De ruta con la tormenta

El comportamiento en marcha es relativamente fluido, con pocas vibraciones, pero desde luego no es una moto que acepte demasiado bien los cambios de marcha bruscos, lógicamente. Aunque a este respecto ayuda mucho la transmisión por correa dentada, una de las grandes ayudas de la última generación de megacustom para absorber vibraciones, holguras y ruidos.

Prueba Triumph Thunderbird Storm: Las estriberas rozan

El doble disco delantero – con la ayuda del trasero, algo que siempre hay que usar cuando montas en una moto con tanto peso detrás – para con sorprendente eficacia, solidez los elevados 340 kilos de peso de esta moto negra como el alma del diablo, llegándose a notar agotamiento sólo tras un uso intensivo. Esto se combina con el excelente comportamiento del chasis y una amortiguación que, a efectos prácticos, es la mejor de la categoría aún que, eso sí, prefiere el asfalto en buen estado porque sobre baches tienden a no absorber demasiado, y especialmente los dos amortiguadores traseros Showa hacen topes que repercute en tu trasero. Las estriberas terminan arrastrando sobre el asfalto en curva de cualquier tipo.

Acabando la ruta

La velocidad punta sobrepasa holgadamente los 200 km hora, por lo que desde luego estamos ante una moto rápida y que, como es obligado en el segmento, no tiene carenado ni nada que se proteja mínimamente del huracán que se forma más allá de los 160 km hora. Ya a los 140 notarás como tus hombros y tu cuello sufren más tensión que la franja de Gaza, pero sobrepasarlos y mantenerlos un rato termina siendo agotador. No obstante, quizá los dos grandes faros delanteros ayuden a desviar un poco el viento del pecho del piloto, si no eres demasiado alto.

Prueba Triumph Thunderbird Storm: Buscando la ruta perfecta

Así, Triumph tiene la megacustom con mejor comportamiento sport de todo el mercado, además de que su imponente estampa logrará seducir tanto los amantes de las naked clásicas como los de las deportivas, aparte de – por supuesto – a los admiradores de las buenas cruiser que son, por lógica, sus clientes naturales.

A tener en cuenta

Lo mejor

  • Estética llamativa pero elegante.
  • Motor poderoso.
  • Comportamiento dinámico para una moto de esas dimensiones.

Mejoraríamos

  • El peso, 340 kilos son mucho.
  • Protección aerodinámica.
  • Manejabilidad a baja velocidad.
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