Prueba Zontes M125 2023

Introducción, posicionamiento y rivales

El Zontes M125 (14,6 CV, 3.787 €) es quizás el lanzamiento más importante para la marca en su corta historia en España, pues supone su ingreso en las ligas mayores de venta de motocicletas. Si lo que más se vende en España son motos de 125 cc (89.239 unidades en 2022, más de la mitad del total de motos vendidas), un 70,6% son scooters. Una vez Zontes ha conseguido ser la marca líder en motocicletas de 125 cc con marchas y conseguido implantar una red de venta y postventa, se dispone a atacar el segmento de ventas más jugoso y competido.

Para ello, se prevén muchos lanzamientos este mismo año, pero cobra especial importancia la primera referencia en el catálogo de scooter 125, es decir, el Zontes M125 a cuya presentación hemos acudido. Puede que los scooter económicos de rueda alta sean los scooter más vendidos entre los 125 (también tienen que ver las flotas), pero el verdadero objeto de deseo de los consumidores son los GT Premium, al tratar mejor al ocupante en traslados de media distancia y vías de circunvalación. Aquí la conferencia es feroz, pues las marcas presentan toda su artillería. Pues es aquí donde quiere debutar Zontes, en un 2023 que prevé el lanzamiento de 7 modelos, 3 de ellos scooter: este M125, un 125 de corte aventurero (también en 310) y un 125 deportivo.

Dentro de los GT Premium entre los que Zontes se estrena y en el ratio precio/potencia, el M125 supera a sus rivales teóricos: Honda Forza 125 (14,6 CV, 5.275 €), Yamaha X-Max 125 (12,2 CV, 5.499 €), SYM Cruisym Alpha 125 (14 CV, 4.999 €), Kymco X-Town 125 (12,7 CV, 3.999 €). Si a esto añadimos que el equipamiento del Zontes M125 va más allá que el de sus rivales, podemos aventurar que una nueva batalla está servida. ¡Segundos, fuera!

Características técnicas y equipamiento de la Zontes M125 2023

Lo primero que llama la atención es la gran similitud del M125 con su hermana mayor, la M310, presentada a finales de 2021. Y no es que se parezca, es que comparten multitud de componentes, empezando por el chasis. Hay que recordar que la M310 entrega 33 CV de potencia, por lo que la rigidez en la M125 está más que asegurada. A simple vista son pocas cosas las que varían entre hermanas: el escape, el anclaje del amortiguador, el diámetro de las barras de la horquilla (y los fuelles que las tapan) y las medidas de los neumáticos. Plásticos, calidades, piñas, luces, medidas, asiento y mires por donde mires, es idéntica a la M310, que ya sorprendió por sus acabados y sensación de solidez. Compartir tantos elementos contribuye a la economía de escala, una de las razones por las que el Zontes M125 es capaz de ser muy competitivo en precio. La otra razón es que, salvo la inyección Bosch de octava generación, Zontes no recurre a terceros para fabricar sus componentes. Frenos (de disco 265 mm delante con doble pistón y detrás del mismo diámetro y un pistón, ambos asistidos por ABS) y suspensiones (en este caso las barras de la horquilla son de 35 mm de diámetro en lugar de los 41 mm de la M310) son fabricados por Zontes y también los comparte con la M310. Las ruedas son de 100/80-14 en el tren delantero y 120/70-14 en el trasero. En definitiva, la parte ciclo está sobredimensionada.

El motor sí es distinto en este M125, pero también coincide con la M310 en que es el más potente entre los GT Premium 125 (14,6 CV a 8.250 rpm y 12,8 Nm a 6.500 rpm). Es un monocilíndrico dispuesto horizontalmente con culata de 4 válvulas y refrigeración líquida con 4 válvulas. Cumple con la directiva Euro 5 actual y busca la mejor eficiencia, minimizando rozamientos para reducir el consumo de combustible y producir la menor cantidad de emisiones contaminantes.

Igual que ocurre con la M310, el M125 es el scooter más ligero de su categoría (148 kilos en seco). Solo la altura del asiento disminuye desde 760 mm a 748 mm. Unido a la forma del asiento del piloto (es ancho y plano por detrás y se estrecha y desciende conforme avanza), es capaz de acoger multitud de tallas. Contrasta que la distancia entre ejes sea contenida (1.390 mm, la menor entre sus rivales) y que haya espacio para poner las piernas en dos posiciones distintas (convencional o estiradas contra el escudo) sin problemas de amplitud. Además, el manillar es ancho y dispone de un radio de giro muy notable. Se nota que la ergonomía está muy estudiada, pero no solo en cotas y habitabilidad, sino también en equipamiento, el fuerte de esta moto. La pantalla es regulable eléctricamente en 60 mm, aumentando la protección contra viento y lluvia a voluntad. Si aún te parece poco, hay una pantalla elevada extra en opción (220 mm, 135 € + IVA). Las manetas son regulables, que junto con una posición erguida en el triángulo manillar-asiento-plataforma(s), consiguen una adaptación natural e inmediata. El mullido del asiento es adecuado hasta el punto de no reparar en él. La ligereza del scooter facilita las maniobras en parado, ya sea “remando” con los pies o empujándola. Caballete y pata de cabra son de fácil accionamiento. Asiento y tapa de combustible disponen de apertura eléctrica. Las estriberas del pasajero son escamoteables y se integran muy bien en el diseño, al igual que luces e intermitentes; será difícil romper uno de ellos en la jungla urbana. Es muy destacable la iluminación del scooter, tanto de día como de noche, full LED y de gran calidad. Ver y ser visto es igual de importante, un 10 en ese aspecto.

Pero no todo son buenas noticias. La capacidad de carga es el peaje a pagar en una GT corta entre ejes. El hueco bajo el asiento es realmente justo. Apenas cabe algún casco integral (el mío no cupo, no tiene visera, ni accesorios externos y es talla M). También es cierto que la marca regala un baúl Shad de 37 litros con la M125 y que complementa este aspecto, pero no lo equipaba nuestra unidad de pruebas. En este punto es superada por todas sus rivales.

Sí son buenas las dos guanteras a ambos lados del escudo en capacidad. Ambas abren por medio de sendos botones, si bien una de ellas solo se puede hacer con la moto en marcha. Hay una razón para ello: cuenta con una llave-pulsera inteligente de proximidad denominada PKE. Si la llave-pulsera se quedara sin batería, se puede acercar la pulsera durante cinco segundos a una ubicación concreta de la guantera (la que sí se puede abrir con la moto parada) y por un sistema inductivo pasivo conseguir activarla para arrancar. En la otra guantera, que solo se puede abrir con la moto activada, hay una toma de corriente USB de 2A (2 amperios) que permite conectar un móvil que se antoja necesaria, sobre todo si quieres aprovechar la conectividad de la moto con el móvil. A través de la App de Zontes Carbit Ride, es posible emparejar el Zontes M125 con nuestro móvil y replicar en la pantalla TFT a color (única en la categoría) la pantalla de nuestro móvil. Esto incluye todo lo que aparezca en nuestro móvil: mensajes, GPS o cualquier otra aplicación.

Evidentemente, lo más interesante es poder seguir las indicaciones de nuestro GPS. Hay luces, pero también sombras, porque será útil o no en función del terminal que uses: la aplicación está prevista tanto para iOS como para Android. Yo uso Android. Tardé en conseguir el emparejamiento, pero lo conseguí. El caso es que la pantalla TFT es apaisada y para poder ver el GPS es preciso poder bloquear la pantalla de tu móvil en modo apaisado; mi móvil solo permite el bloqueo vertical, de tal modo que en el panel TFT sale replicada la pantalla del móvil en vertical, con dos bandas negras ambos lados, es decir, muy pequeño. Conclusión: si la réplica de la pantalla de tu móvil en el tablier de la moto es algo que puede inclinar tu decisión de compra de la M125 a favor, comprueba antes en el concesionario que tu móvil se podrá bloquear en el modo horizontal, de lo contrario tendrás que cambiar también de móvil.

Hay otro detalle más: si la pantalla de tu móvil torna a negro, también lo hará la pantalla TFT. Por eso es esencial la toma USB de la guantera izquierda. Es la única manera de hacer funcionar continuamente el GPS sin agotar la batería de tu teléfono. A favor hay que decir que también está prevista la conexión Bluetooth entre tu teléfono, la moto y el posible intercomunicador que tengas conectado en tu casco para poder atender llamadas.

Aparte de la conectividad, la pantalla TFT es capaz de presentar la información de 4 modos diferenciados: Race, Casual, Simplicity (mi favorito) y Street. Cada uno destacando unos guarismos sobre otros, muestran gran cantidad de información (siempre que no padezcas de presbicia) y que excede lo esperado: intermitentes independientes, luz larga, baja tensión de la batería, fallo en el sistema de inyección, ABS, aviso de revisión de mantenimiento, estado del Bluetooth, valor de la tensión de la batería, velocímetro, cuentavueltas, reloj horario, niveles de temperatura del refrigerante y combustible, cuentakilómetros total y parcial simultáneos.

Si todo esto te parece poco, también muestra valores temperatura y presión en tiempo real para cada neumático y un recordatorio de la alarma detectada en los neumáticos. Personalmente pienso que debería ser de serie en todas las motos; es de importancia capital circular con las presiones adecuadas, al fin y al cabo es nuestra conexión con el asfalto. Si la pereza (y las pocas ganas de mancharse midiendo las presiones) te permite ignorar el estado de tus neumáticos, saber a ciencia cierta las presiones de los mismos podrá despertar tu instinto de supervivencia, a poco que tengas.

He visto pocas motos con piñas más completas que este scooter. Conté 6 botones en la piña derecha y 8 en la izquierda. Son muchos botones. Esto de por sí no es malo, pues los botones exclusivos evitan confusiones en el manejo de mandos multifunción, pero la curva de aprendizaje es pronunciada. Llegué a confundir alguna vez los intermitentes con la bocina, pero no es preocupante. Contrasta que habiendo tanto equipamiento y tantos botones exclusivos, la navegación por el menú sea en un solo sentido. El menú consta de 9 apartados. Para, por ejemplo, llegar al apartado 5 (Bluetooth), antes hay que pasar por los 4 apartados anteriores. Si por error te pasas al apartado 6, no puedes volver al 5. Tendrás que llegar hasta el 9 y pasar de nuevo por los 4 primeros hasta llegar de nuevo al 5. No es muy operativo.

Hay un par de ausencias en el equipamiento que sí aparecen en algunas de sus rivales: no dispone de parada de motor al ralentí ni de control de tracción. No han sido consideradas, según Zontes, por cuanto encarecen el scooter y no están plenamente justificadas en un vehículo que consume poco y cuyas prestaciones difícilmente pondrán en apuros a nadie. Coincido con ese criterio en cuanto al control de tracción, porque consumir -y contaminar- menos nunca fue un mal negocio, pero es cierto que sus emisiones (58 gr/km de CO2 en las pruebas de homologación) son contenidas.

Cómo va el Zontes M125 2023

La sensación nada más subir al scooter es que hay espacio. En ningún momento se siente angosto y, sin embargo, se siente ligero maniobrando sobre la acera. Puedes llevar la llave-pulsera en la muñeca, en un bolsillo o en una guantera de la moto; solo tienes que pulsar un botón para desbloquear la columna de la dirección. En ese momento se enciende la pantalla, en la que aparece la marca Zontes y el rostro de un androide con un aire a T-800 (¿cuánto hace que no ves Terminator?). Una vez conseguida la conectividad con mi móvil y optado por el modo Simplicity en la pantalla TFT, aprieto el motor de arranque. El sonido es suave y discreto. Los espejos no sobresalen casi de la anchura del manillar. Una vez en marcha, compruebas que el motor empuja linealmente, sin baches de potencia ni estridencias. El scooter transmite sensación de solidez al mismo tiempo que es ligero y manejable. En rotondas, es decir, a izquierdas, es posible rozar con el caballete, pero solo si fuerzas inclinando. A ese efecto, hay que decir que los neumáticos CST de serie ofrecen un buen agarre en condiciones secas y frías como las que ofrece el mes de enero en Madrid. En rondas de circunvalación mantiene velocidades en torno a 100 km/h sin dificultad. Pude llegar a ver 111 km/h en el marcador digital y, aunque no iba al límite del cuentavueltas, tampoco faltaba mucho.

En curvas y cambios de dirección maniobra con neutralidad y facilidad. Los frenos, sobredimensionados para funcionar en el M310, cumplen de sobra su cometido. No acusé la entrada del ABS en toda la jornada, por lo que se puede decir que no es invasivo. A falta de probarlo con pasajero, las suspensiones están bien taradas para lo que se espera de un GT; quizá un poco blanda la trasera, solucionable con el ajuste de precarga de los amortiguadores traseros.

En tiempos tan fríos se agradece la regulación de altura de la pantalla, para defendernos lo máximo posible de las temperaturas gélidas en la meseta, así como la regulación de las manetas de freno. Esa es la clave de este scooter: sentirse mimado por el equipamiento y asistido por los 14,6 CV de su motor. Por 3.787 € y un baúl de regalo, tienes solucionada la movilidad en tu ciudad. Solo tienes que elegir entre los 4 colores que propone Zontes: Azul mate, Plata (con llantas azules), Negro y Rojo.