Aunque ya habíamos tenido la oportunidad de probar a fondo la Africa Twin 2016 en la redacción, yo andaba como loco por poder dar una vuelta con ella para nuestra sección de Rutas Top cuando por circunstancias del destino me vi subido a ella, junto con un nutrido grupo de prensa, probando bajo todo tipo de circunstancias esta CRF 1000 L y el resultado no pudo ser mejor.
Casi todos los moteros tenemos alguna historia, algún recuerdo, relacionada con esta moto. La mía en particular transcurre en mi adolescencia observando con admiración a mi vecino el tercero como reparaba y mimaba su Africa Twin 750.
Eran los tiempos del Dakar en África y no hubo otra moto que transmitiera esa sensación de aventura del mismo modo que lo hizo esta. El buen trabajo de Honda entonces tiene reflejo en esta moto del 2016, porque pese a pertenecer a un sector con mucha y muy buena competencia la cifra de ventas obtenida por Honda en España hasta la fecha ha sido excelente.
Es como si la estuviéramos esperando y aunque la mayoría de sus propietarios nunca bajaran a Marruecos a calzarla con tacos para meterla entre dunas, la sensación de que la moto puede con todo la hace muy atractiva. Y dejando las sensaciones a un lado la moto va francamente bien, es uno de los modelos “premium” de la fábrica del ala dorada con detalles de diseño cuidados al milímetro y además la relación calidad-precio es muy buena. Pero vamos poco a poco…
Ciudad y autovía
Tocaba salir de la ciudad y llevar a la moto a Alcañiz. Aunque luego pude probar el modelo con el cambio “estandar” mi unidad de pruebas era la equipada con el DTC de tercera generación. Se nota mejorado desde que lo probé en la CrossTourer en nuestra ruta por Cuenca, sigue teniendo dos modos de conducción dinámico y sport, este último es más agresivo y ahora con 3 niveles de actuación que inciden en la relación entre el puño del gas y la rueda trasera. Otra de las mejoras del Dual Clutch Transmission (DCT) es el modo G que se activa a la derecha del panel de instrumentos, es independiente del modo seleccionado y en principio está diseñado para el uso off road, produciendo menos fricción durante los cambios de marchas. Pero a mí me pareció que va de maravilla en ciudad porque suaviza mucho la arrancada en el primer toque de gas.
La CRF 1000 se desenvuelve con gracilidad entre el tráfico. Es muy alta y estrecha así que no hay problemas con los retrovisores de los coches, el amplio radio de giro facilita tus movimientos en todo momento. Además el asiento tiene dos alturas, con la más baja, se llega con facilidad al suelo aportando mucha seguridad en los movimiento es parado. Si la comparamos con sus rivales más directas en su manejo por ciudad, destaca con nota.
Ya en el tramo de autovía, la unidad equipaba la pantalla sobre elevada que es notablemente mas alta que la pieza de serie. Se nota mucho la diferencia, protege con solvencia aunque el piloto supere el 1.85 m.
La posición de conducción es muy amable con el piloto, mucha distancia entre el asiento y las estriberas lo que te permite llevar las piernas cómodamente flexionadas. El asiento tal vez podría ser un poco más blando pero tampoco está en mi lista de los más odiados.
Carreteras convencionales
Ya en carreteras más reviradas la Africa Twin 2016 se muestra muy noble en la parte ciclo pero no deja de ser enérgica si se lo exiges. El motor es uno de sus puntos fuertes, tienes potencia en toda la franja de revoluciones y se combina con una buena estirada. Se aprovecha muy bien en todo tipo de carreteras de montaña y en todo momento te hace la vida fácil. Pese a sus dimensiones la moto se siente ágil y muy estable en todo tipo de curvas. Las pinzas radiales aportan un gran frenada, más que suficiente aunque el ritmo suba. No cuenta con suspensiones regulables electrónicamente así que en un par de ocasiones acudí al puño de ajuste de precarga.
Aquí es donde la moto deja notar sus dotes de gran viajera, se adapta muy fácil al estado de carretera sea cual sea. Si se equipa con maletas laterales se convierte en una auténtica devoradora de kilómetros, personalmente esta fue una de las partes de la prueba que mas disfruté y constantemente pensaba en ella como la protagonista de nuestra sección de Rutas y lugares donde debe de aparecer por derecho propio.
Off-Road
Fuera de carretera es el hábitat natural de esta moto. Se nota que Honda hizo especial hincapié en que fuera una moto “verde” durante su diseño, para mi es sin duda la Trail asfáltica con más condiciones para la conducción fuera de carreteras de todas las que se pueden adquirir.
Tiene muchas virtudes, cabe destacar el reparto de pesos. A pesar que poder sonar a tópico, la moto parece mucho más ligera de lo que marca la báscula. Es algo que se hacía notar en carretera pero que en pistas tiene especial relevancia. No deja de ser una trail de “doscientos y pico” kilos en orden de marcha, pero su diseño y reparto los sabe ocultar sabiamente.
Aunque cuesta un poco adaptarse a sus pequeños estribos, cuando te levantas la postura es muy natural. Las suspensiones trabajan muy bien y el par abajo te saca de cualquier problema. Yo, muy poco acostumbrado a rodar sobre terreno marrón, me costó al principio empezar a rodar. Pero según los kilómetros iban pasando la seguridad y confianza subían, cada vez abría el gas con un poco más de confianza que la anterior, debido en gran medida a la confianza que la moto te da.
