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Triumph Coast2Coast 2018: divertirte, el mejor premio

Fotos: Triumph/SMN
Dos días, equipazo de cinco, gota fría, sol, rectas, curvas, 1.200 km, 90 km/h de media, Valencia-Madrid-Lisboa, jamón ibérico, 2º clasificado final, parche "finisher" y grata experiencia... Triumph potencia su gama trail debutando oficialmente con un raid no competitivo compuesto por una ruta este-oeste en la Península no apta para flojos. Buen rollo, gran ambiente, excelente organización, recorrido 100% motard y cuidados puntos de foto marcaron el éxito del primer Coast2Coast. SoyMotero.net lo vivió desde dentro.

Adivinar los puntos de paso siguiendo las pistas facilitadas por la organización, trazar la ruta, plantear la estrategia, disfrutar con los compañeros y rodar con tu moto. El Triumph Coast2Coast 2018 ha planteado un nuevo formato de rally amateur diseñado para hacer kilómetros en moto de una manera más creativa, rompiéndote un poco el coco y formando parte de un equipo, asumiendo los roles correspondientes y sufriendo los imprevistos o éxitos de las decisiones en todos los casos. Bien es cierto que hubo algunos valientes que cubrieron el recorrido en solitario, pero la filosofía de la prueba se disfruta más en grupo (equipos de 3 ó 5 motos).

Como integrante del “Press Team”, sigo saboreando el segundo puesto “virtual” global obtenido, pues nuestro equipo no contabilizaba oficialmente al ser invitados como profesionales por Triumph España, únicamente para cubrir el evento. Queda claro que no se trata de una carrera ni de una competición, ya que el Coast2Coast nace para fomentar el uso de la moto (tanto para propietarios de Triumph como para amigos con otras marcas), pero todos sabemos que cualquier acicate extramotivacional siempre es bienvenido y quedarnos a sólo 2 puntos del quinteto Triumph Valencia nos dejó con la miel en los labios. En resumen, mototurismo y grandes paisajes fusionados en una intensa doble jornada. Este espíritu de raid convierte al Coast2Coast en un evento único e inigualable, diferenciándose así del BMW puntApunta, el Ducati Dos Mares o la Reunión KTM.

En nuestro país, las maxitrail y trail-medias han canibalizado a las GT por ligereza, polivalencia y versatilidad, siendo las grandes protagonistas del mercado actual. En mi caso, utilicé una Triumph Tiger 800 XCA, mi modelo todo-uso favorito dentro del catálogo del fabricante inglés: 95 CV, llantas de radios (delantera de 21”), suspensiones “largas”, cubrecárter de aluminio, estriberas anchas, defensas de motor, frontal ‘pico de pato’, 6 modos de conducción, pantalla TFT, control de tracción, control de velocidad, iluminación full-LED, puños/asiento calefactable, etc. Aunque las monturas trail coparon el grueso de las inscripciones, también hubo participantes que lucieron modelos clásicos, custom, neoclásicos y naked: cualquier segmento es válido.

El jueves a última hora de la tarde, entre la música en directo del grupo almeriense The Wanderers y el jamón ibérico del concesionario Triumph Valencia, tuvo lugar la entrega del welcome pack y el briefing informativo de etapa de cara al viernes, con listado de Travel Points (TP) incluidos. El primer paso era descubrirlos todos, dedicando tiempo a resolver las pistas y diseñar la mejor ruta según los puntos que queríamos conseguir pintando un mapa de carreteras Michelin desplegable de “toda la vida”, para luego insertar la info en el navegador del móvil. Un ejemplo: Durante el reinado de Juan I se instalaron conventos, monasterios y órdenes militares, se inició la construcción de palacios reales y fue poblada por aristócratas que erigieron suntuosas residencias en la zona. os lo ponemos fácil: selfie delante del Ayuntamiento (Cámara Municipal). ¿Adivinas de qué ciudad se trata?

Tras la ruta, un poco de avituallamiento motero en el Triumph Coast2Coast 2018

En cada checkpoint identificado, todos los miembros del equipo debíamos hacernos un selfie y subirlo a la web oficial C2C mediante una App específica diseñada para el evento. Los TP’s podían ser normales, especiales y obligatorios (cada equipo era libre para elegir por los que quisiera pasar). En nuestro caso, el TP estándar valía 4 puntos, mientras que los especiales y obligatorios ascendían a 7. No hacer el TP obligatorio conllevaba una penalización del doble de su valor según el baremo de cada equipo, así que prohibido saltárselo.

La lluvia fue partícipe de tan señalada fecha y provocó el retraso de la salida de la primera jornada (viernes 19 octubre, Valencia-Madrid) hasta las 9:30. Primer tramo neutralizado (Chelva, Alpuente, Teruel, Moya y Cañete) por el mal tiempo y caravana por la A3 bajo un desagradable aguacero hasta Motilla del Palancar que puso a prueba las mejores prendas impermeables del mercado. Allí nos secamos y disfrutamos de un brunch necesario para entrar en calor y reponer fuerzas. Finalmente, la ruta variante-sur pasando por Belmonte, Mota del Cuervo (molinos), Aranjuez (Palacio Real) y Chinchón (Plaza Mayor) nos pareció la mejor elección. Por falta de tiempo nos dejamos Alcalá de Henares (estatua de Cervantes) y fallamos en el TP de Alarcón (Parador) que estaba anulado. Otros participantes optaron por la variante norte (Albaladejo del Cuende, Cuenca, Balneario de Solán de Cabras, Pantano de Buendía, etc.), pero nosotros llegamos a Madrid a las 20:30 (todos los equipos debían estar en el concesionario Triumph Madrid entre las 20:00 y las 21:00 para ganar 10 puntos de bonificación, más allá de esa hora, penalización de 20 puntos) y ¡liderando la general! Fernando “Ferdy” Cueto, cabeza visible del equipo organizador del Triumph Coast2Coast 2018 (responsable también del Distinguished Gentleman’s Ride Madrid y del Woman on Wheels), nos avanzaba que la etapa del viernes había sido sólo un aperitivo: lo bueno estaba por llegar.

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La segunda jornada (sábado 20 octubre, Madrid-Cascais) amaneció despejada y, tras una concienzuda planificación de dos horas y media la noche anterior, optamos nuevamente por una variante sur que pasaba por Talavera de la Reina, Puerto de San Vicente (letrero del pueblo), Guadalupe (monasterio), Trujillo (estatua de Pizarro), Alburquerque (castillo), Marvao (convento Nossa Senhora da Estrela), Avis (Torre de la Reina) y Lisboa (Torre de Belem), prescindiendo así de los selfies de Toledo, Ávila, Arenas de San Pedro, Béjar, Ciudad Rodrigo, Coria, Santarém, Montemor-o-Novo, Monsanto, Castelo Branco, Alcacer do Sal y Sintra. Delicioso fue el tramo N502-CM411 entre Talavera y Guadalupe pasando por el Pto. de S. Vicente, una revirada carretera con buen asfalto y ausencia de tráfico realmente diseñado para la diversión sobre dos ruedas. Todavía me relamo con las morcillas de Guadalupe, los paisajes otoñales, las empinadas calles de Trujillo, el contraste una vez pisas suelo portugués y dejas atrás el antiguo paso fronterizo.

Otro momento divertido tuvo lugar en Avis, cuando dos motoristas autóctonos esperaron amablemente a que repostásemos todas las motos (nada de tarjetas, sólo cash) para guiarnos hasta la Torre de la Reina y así hacer el penúltimo selfie de la jornada. El primero de ellos lucía una cazadora de cuero dada de sí gracias a su enorme barriga, apoyada sobre el depósito de una Honda NTV 650 repintada a spray en color negro con detalles rojos “rollo demoníaco tuning” y aderezada con el logotipo de “The Punisher”, conocido personaje de la editorial Marvel Comics. Del silenciador “heredado” de una Yamaha FZ8 o el topcase con luces LED que destellaban intermitentes al son del “amago de caballitos” con los que este especialista portugués pretendía sorprendernos al levantar el tren delantero un palmo del suelo, mejor ni hablamos. El padawan del “Castigador de Avis” era un tío mayorcito que le escoltaba con un scooter cutre color blanco de dudosa procedencia imposible de definir, con el que era ¡capaz de trazar las glorietas sin inclinar! Es tan difícil de explicar que ni lo intento. El personaje iba tan tieso que parecía una figura de cartón: memorable y eternamente agradecido a esta pareja de antihéroes.

Tras 1.200 km nos ganamos el parche de finalista de la primera edición del Triumph Coast2Coast

Tras Avis, gas a fondo por autopista con el control de velocidad activado y a contrarreloj, flipando con un cielo mágico tomado por los colores del atardecer, y posterior entrada en Lisboa por el Puente 25 de abril, evitando el resbaladizo carril izquierdo con suelo enrejillado “a prueba de motos”. Selfie nocturno en la Torre de Belén y último esfuerzo a Cascais. 11 horas después de tomar la salida y con una menos en nuestros relojes desde que pisamos tierras portuguesas, firmamos la llegada de todos los integrantes del equipo y aparcamos en Cascais Market a falta de 10 minutos para penalizar, con nuestro parche de “Finalista 2018”, 1.222 km recorridos, 5 depósitos de gasolina gastados y un gran sabor de boca por esta grata experiencia de grupo. Abrazos, risas, cena y entrega de premios.

Si el año que viene suena el teléfono y me proponen asistir al Triumph Coast2Coast 2019 para intentar acumular más TP’s y gozar con una nueva ruta ‘costa a costa’ no me quedará más remedio que gritar: ¡SÍ, POR SUPUESTO!

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