El segmento de las grandes trail sufrió un vuelco en el 2010 con la aparición de estas dos motos. De modelos más o menos conocidos y básicos en cuanto a tecnología se refiere – aunque las últimas generaciones ya venían generosamente equipadas -, se ha pasado a las nuevas Multistrada y SuperTeneré, con motores de nueva generación, potentes y suaves, con todos los avances que puedas esperar. Incluso vienen cargadas de electrónica y multitud de gadgets.
Dos de las novedades maxi-trail más llamativas frente a frente.
De hecho, la Ducati es la primera moto de serie que presenta una regulación electrónica total en todos los parámetros posibles, desde altura hasta compresión de los hidráulicos. Es más, se podría decir que estos dos modelos representan como ningún otro la gigantesca evolución seguida en las trail durante el último año. No olvidemos que sus antecesoras eran motos que se habían caracterizado precisamente por su sencillez de construcción y manejo, y su relativa economía tanto de mantenimiento como de compra. De ello se ha pasado a estas motos que, con grandes motores de 1.200 cc y bicilíndricos, hacen palidecer de envidia a otros modelos de segmentos normalmente más tecnológicos. Pasemos a analizarlas.
La Yamaha
Con un nuevo motor bicilíndrico paralelo – continúa así la tradición de la excelente 750 de mediados de los 80 – de 1.200 cc con 110 CV de potencia y dos curvas seleccionables, incluso en marcha (Touring y Sport), se añade así a la lista de motos con este útil instrumento. El cigüeñal está calado a 270°, de forma que entrega la potencia a pulsaciones, al estilo del motor Crossplane de la R1, para mejorar la tracción.
Con monturas ideales para disfrutar de cualquier ruta o sinuosa carretera.
La verdad es que no se observa diferencia de caballaje, pero sí de agresividad en la entrega de caballos, aunque en realidad la diferencia no sea demasiado notable. También incorpora un control de tracción con dos niveles distintos de intrusión, además de lo que podríamos llamar un tercer control, al ser desconectable para su uso en campo. Aquí sí que hay que parar la moto y soltar las manos del manillar, lo que resulta algo engorroso. Por último, también cuenta con ABS desconectable, de excelente funcionamiento.
Dos excelentes modelos, a cada cual más bonita, polivalente y efectiva
La moto es tremendamente cómoda, y con un tacto de motor suave como un jersey de angora. Por otro lado, a pesar de su volumen y peso no demasiado ligero – 243 kg -, la estudiada ergonomía permite manejarla con facilidad, llegar bien al suelo y disfrutar de los kilómetros sin apenas cansancio.
La Ducati
En este caso hablamos de un modelo de concepción mucho más deportiva, como no puede ser de otra manera tratándose de la marca roja, algo que podemos comprobar ya solamente viendo que el origen de su motor es el de la superbike 1198.
Tecnología preparada para cualquier condición o sorpresa que encontremos en nuestro camino.
Ducati ha derrochado todo tipo de avances tecnológicos y electrónicos desarrollados en la competición, logrando una amortiguación totalmente regulable en todos los parámetros gracias a un buen sistema de navegación integrado en las piñas. Además, tanto la horquilla como el amortiguador trasero son de la marca más acreditada del mundo – o sea, Öhlins -, con lo cual, poco más se puede pedir. Tiene cuatro niveles de entrega de potencia – Urban, Enduro, Touring y Sport – donde las dos primeras proporcionan 100 CV y las demás 150 CV. Esto supone 40 menos de los que la base del motor original – el de la superbike – permite, lo que te lleva a deducir rápidamente que se ha trabajado en mejorar la progresividad, reducir las vibraciones y el consumo, así como la robustez. Además, cada modo adecúa la amortiguación con unos parámetros predeterminados para cada caso: campo, ciudad, un uso rutero o más deportivo. Resultando así una moto potente, bonita, ágil y que valga para todo. Lo que todos hemos soñado alguna vez.
Preparadas para el mejor turismo o buscando su comportamiento más sport.
No podemos olvidar que Ducati fue pionera en la introducción del control de tracción, lo que también se incorpora y es regulable en ocho posiciones, junto con la evolucionada inyección electrónica y el ABS. Por si fuera poco, los ingenieros italianos han logrado contener su peso hasta los 190 kg, mientras que su chasis es afilado a la altura del asiento, por lo que permite llegar bien al suelo; y su frontal lo bastante bien diseñado para proteger el tronco y la cabeza del piloto, aunque sea algo estrecho.
Comparando
La Yamaha es una excelente moto, con un espíritu rutero que, a pesar de su polivalencia, la Ducati no alcanza, quizá porque no lo busca. Un motor con una suavidad tan exquisita, con unas ligeras vibraciones que a la hora de la verdad apenas molestan, te permitirá viajar hasta el horizonte, y encima seguir más allá… Siempre y cuando no te encuentres algo mucho más complicado que buenas pistas. Su peso no permite muchas alegrías, aunque con pericia y aprovechando su buen y efectivo empuje, te permite más de lo que su envergadura te puede hacer creer. Por otro lado, cuesta superar los 6 litros de consumo medio, por lo que estamos hablando de una moto realmente económica en este sentido. Y en cuanto a velocidad máxima, ir a 230 km/h es más que suficiente.
Sólo o en compañía podremos disfrutar del confort de unas monturas a las que no les faltan detalles.
Una gran moto en la que, si acaso se puede hacer una leve crítica, podríamos decir que echamos de menos un poco de picante en su motor. 110 CV son los mismos que ofrece su competencia directa – léase la BMW R1200GS, a la que se asemeja mucho en detalles como toda su parte trasera -, pero son tan progresivos y relajados que a veces quisieras que se hiciese fluir algo más de adrenalina. De todas formas, esto es una mera opinión y, desde luego, si buscas una moto para viajar y rodar por todo tipo de carreteras a buen ritmo y con toda seguridad, aquí la tienes.
Una verdadera montaña rusa de diversión en cada trazada.
Con la Ducati estamos ante un modelo de espíritu muchísimo más deportivo. Su motor, siendo el más suave de todos los fabricados con la base de las superbike italianas – por ejemplo, ha cambiado el característico embrague seco por otro bañado en aceite – sigue siendo bastante tosco a bajas revoluciones, algo que se deja notar sobre todo en ciudad, aunque se suaviza mucho en el modo Urban, donde, por cierto, los consumos son ridículos, alrededor de 5 litros. No obstante, rodando por carretera, ya sea en uso deportivo turístico, con menos peso y más potencia a favor de esta Multistrada, las diferencias están claras, a cambio de un tacto ligeramente menos confortable. Además, a la hora de viajar, las maletas están bien integradas pero no son demasiado capaces, sobre todo la derecha, que se ha recortado para aislarla de los preciosos escapes inferiores.
La evolución se deja notar gracias a unos motores que acompañan en cualquier nivel de exigencia.
Lo que todo el mundo te pregunta cuando se ve rodando sobre ella es que, si con tanta electrónica, una moto italiana no dará problemas. Yo lo único que puedo deciros al respecto es, por un lado, que tras dos pruebas intensivas con este modelo, no he tenido ningún problema que no sea aprenderme el manejo de tanto botón y regulación… que llevó lo suyo. Por cierto, que no se te olvide leer con atención el grueso libro de instrucciones. Por otro lado, conozco a gente que se a ido con ella a Marruecos – lo que equivale a decir que ha rodado por desierto, carreteras polvorientas y mucha arena y se ha comportado perfectamente.
La duda está en decidirse por una de ellas, cualquiera de las dos es un acierto seguro.
En cuanto a precios, la Yamaha cuesta 14.929 euros, mientras que la Ducati sube hasta los 18.995. Vamos, para entendernos, 15.000 y 19.000 o lo que es lo mismo 4.000 euracos de difrencia, que tú has de valorar si te son rentables. La verdad es que no me gustaría estar en la piel de alguien que se tenga que decantar por uno de estos dos excelentes modelos, a cada cual más bonita, polivalente y efectiva. Decir que la Ducati es el máximo exponente de la tecnología actual gracias a su electrónica – especialmente a ese fantástico sistema de regulación total de la amortiguación – parece que sería infravalorar a la excelente y bonita (mucho más en vivo que en fotos) Yamaha. Pero es que este modelo también incorpora elementos que hasta hace poco hubieran sido impensables para cualquier moto deportiva, así que imagínate en una trail.
En fin, si tienes en mente una trail polivalente, bonita y tecnológica, tienes una tarea difícil.
La parejita
Lo mejor
- Ducati: tecnología. Prestaciones. Peso
- Yamaha: relación tecnología-precio. Manejabilidad. Comodidad.
Mejoraríamos
- Ducati: precio elevado. Tanta tecnología requiere adaptación. Vibraciones motor a bajas revoluciones.
- Yamaha: peso. Motor “demasiado” suave. Control de tracción regulable sólo con la moto parada.
