Prueba a fondo Benelli 752S 2020

Benelli ha cambiado radicalmente en la última década. Una de las firmas históricas europeas, fundada en 1911, ha sabido adaptarse bien a los nuevos tiempos. Desde que en 2005 la absorbiera el gigante asiático QianJiang (dueña también de Keeway) la renovación de la gama ha ido evolucionando radicalmente cambiando su filosofía “exclusivista” de siempre por otra más comercial-lógica. En la fábrica de QJ 14.000 trabajadores producen 1,2 millones de motos al año, unas cifras que nos dan idea de la dimensión que estamos tratando.

Durante los últimos cinco años, la firma de Pesaro ha revolucionando el mercado de motos hasta 48 CV y 6.000 €, diversificando y ampliando su gama con modelos para todos los gustos que apuestan por la personalidad y las prestaciones para agradar a todos los aficionados europeos que buscan una excelente relación calidad-precio. Actualmente Benelli está presente en seis segmentos (naked, trail, sport, scramber, neoclásica y custom), con trece propuestas (sumando todos los modelos y versiones), seis cilindradas (125, 250, 300, 400, 500 y 750 cc) y dos configuraciones mecánicas (monocilíndrico y bicilíndrico en paralelo).

La gama naked italiana se completa ahora con la Benelli 752S para llegar a los cinco modelos, una moto que busca medirse con duras rivales para carnet A2 como la Aprilia Shiver 900, Ducati Monster 797, Honda CB650R, Kawasaki Z650, KTM 790 Duke L, Suzuki SV650, Triumph Street Triple S o Yamaha MT-07.

CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO

Benelli da un golpe sobre la mesa con esta 752S, un modelo que se desmarca del resto del catálogo en lo que a calidad de componentes y potencia se refiere. Ya nos lo adelantó Javier Trigo González (Marketing Benelli España) en una entrevista realizada el año pasado: la próxima apuesta serían las cilindradas superiores.

Así, hablamos de un propulsor bicilíndrico en paralelo DOHC 8 válvulas con 77 CV a 8.500 rpm y 67 Nm a 6.500 rpm Euro 4 de nueva factura que, seguramente, impulsará más modelos en el futuro. Sin ir más lejos, en la última edición del EICMA 2019 pudimos ver el prototipo de la Leoncino 800 con este mismo motor, una scrambler que podría llegar a los concesionarios en 2021...

A nivel chasis encontramos un bastidor multitubular de acero habitual en la marca con basculante tubular asimétrico de acero y, sobre todo, de una imponente horquilla invertida Marzocchi de 50 mm (reg. compresión/extensión) con tija triple acompañada de un monoamortiguador trasero sin bieletas (reg. precarga). La frenada queda encomendada a un doble disco delantero semiflotante de 320 mm mordido por sendas pinzas Brembo radiales de cuatro pistones y ABS. Llantas de aleación de aluminio y neumáticos Pirelli Angel ST completan un pack eminentemente italiano.

Otros detalles dignos de mención pasan por el protector de embrague en plástico símil-carbono, manillar cónico variable, portamatrícula flotante, instrumentación digital (con info-iluminación diurna/nocturna) con deflector superior, maneta de freno regulable, iluminación full-LED, asiento biplaza de una pieza con doble tapizado y depósito de gasolina de 14,5 litros (3 l. reserva). 

EN MARCHA

Sentado en la Benelli 752S te sientes cómodo, muy integrado en ella, y sin problemas para apoyar con los dos pies en el asfalto gracias a una distancia asiento-suelo de sólo 81 cm (con mi 1.80 sobra pierna). Abrazas bien el depósito con las piernas, el manillar ancho facilita los apoyos y la información de la instrumentación es muy clara y se lee perfectamente. El radio de giro es escaso, algo que nos hará maniobrar más de la cuenta en ciudad, un rasgo habitual de las mejores street fighter del mercado.

En marcha llama la atención el bronco sonido emanado por un escape con silenciador “tipo MotoGP”. Para ser la unidad de serie está muy logrado, un bramido desgarrado que potencia tus sentidos a medida que subimos de vueltas, pero que no llega a ser desagradable. Las sensaciones están a flor de piel.

La 752S tiene dos facetas muy marcadas, con un punto de inflexión a 6.500 rpm. Por debajo de esa cifra cumple, con neutralidad y tranquilidad para, al superarla, mostrar el carácter más deportivo de la moto, ese mismo capaz de recuperar ese feeling pro de antaño en la zona alta del cuentarrevoluciones.

Centrados en el chasis, nada que objetar. La solidez del conjunto multitubular junto a la horquilla Marzocchi es monolítica, dando la sensación de poder admitir un motor más potente sin variación alguna. Quizá el amortiguador trasero podría tener mayor progresividad, pues ante baches pronunciados se nota algo seco de reacciones. Benelli declara 228 kg llena para la 752 S, una cifra elevada para lo que se estila en la categoría, pero que no se nota en marcha, fruto del buen trabajo del bastidor. Cambios de dirección rápidos, trazadas sin enmienda y confianza en todo momento.

La frenada está asegurada gracias a las tres prinzas Brembo de excelente tacto y potencia, reforzadas además por el notable freno motor de este modelo, que retiene bastante al cortar gas y ayuda mucho en las deceleraciones.

Durante nuestra prueba registramos una autonomía de 300 km apurando la reserva, lo que incide en que esta bicilíndrica es poco gastona. El asiento de pasajero tira a minimalista, pero es suficientemente confortable como para llevar acompañante durante rutas cortas-medias cómodamente.