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Prueba Kawasaki Z650 2017: diversión fácil

Fotos: Kawasaki
Kawasaki retoma una denominación histórica dentro de su catálogo para dar a luz una sustituta Euro 4 de su ER-6n más deportiva, ligera y atractiva, que mantiene las cualidades de facilidad de conducción, sencillez, ahorro y accesibilidad de las que siempre ha hecho gala la bicilíndrica de acceso de Akashi.

El legado de la primera Kawasaki Z650 (1977-1983) resurge, 40 años después, en una generación Z presentada en público en la última edición del Salón EICMA de Milán. La Z650 2017 se ha concebido para lidiar en uno de los segmentos más concurridos y competitivos del mercado: las naked sport “fáciles” de media cilindrada. Honda CB650F (91 CV), Suzuki SV650 (76.5 CV), Yamaha MT-07 (75 CV) o la nueva Ducati Monster 797 (75 CV) son algunas de sus rivales directas, cada una con soluciones técnicas diferentes, siendo Yamaha la única en emplear una configuración bicilíndrica en paralelo, la misma que Kawasaki.

La Kawasaki ER-6n (moto a la que sustituye) ya es historia, un modelo que ha evolucionado desde 2005 hasta 2016 a través de dos generaciones (la última vigente desde 2012) y varios restylings acumulando más de 120.000 unidades vendidas en todo este tiempo. Concebida para usuarios de carnet A2 que adquieren su primera moto de marchas, la ER-6n ha sido una buena plataforma de acceso al universo de las “motos grandes”. Respecto a ella, la Z650 sólo comparte la configuración mecánica, pues el resto es de nueva factura.

Así, la gama naked de la marca de Akashi para el año que viene se compone de cinco opciones bien escalonadas y diferenciadas: Z250SL, Z300, Z650, Z900 y Z1000.

Fiel amiga

Todo en la Kawasaki Z650 2017 es nuevo o ha sido profundamente revisado, como es el caso del motor. La evolución del propulsor de la ER-6n que conocíamos hasta ahora sigue apostando por una configuración bicilíndrica en paralelo DOHC de 649 cc 8 válvulas y 68 CV (4 CV menos que antes), optimizado para maximizar el par motor en la zona media y baja del cuentarrevoluciones (3.000-6.000 rpm). Mantiene el eje de equilibrado para reducir vibraciones y el escape es de nueva factura, diseñado para superar la exigente normativa Euro 4. Conductos de admisión, válvulas, cuerpos de inyección y caja de filtro han sido revisados. El embrague es ahora antirrebote (para evitar bloqueos en la rueda trasera al bajar marcha) y asistido (para facilitar el accionamiento de la maneta), algo habitual en motos de última hornada. Un tacto muy cómodo con sólo dos dedos, ideal para facilitarte el día a día circulando entre el tráfico de la ciudad.

En carretera abierta aprecias rápidamente mayor fuerza y carácter del motor entre 5.000 y 9.000 rpm, con cierta falta de “chicha” en la parte alta del cuentarrevoluciones. El freno motor es notable a la hora de cortar gas, algo que ayuda al correcto equipo Nissin delantero (el mismo de la Versys 650, con discos lobulados semiflotantes) a la hora de decelerar la moto. Sin ser radiales, las pinzas delanteras de doble pistón muerden bien y la bomba tiene buen tacto aplicando una potencia que, sin ser excesiva, en ningún momento compromete la rigidez del tren delantero.

Gadgets electrónicos como los modos de conducción o el control de tracción se hacen innecesarios en la Z650 pues su respuesta es tan lineal y progresiva que la entrega de potencia nunca asusta y puedes “abrir” sin miedo y con total confianza. El “juego on-off” al abrir-cerrar el acelerador podría refinarse un poco más, pero nada preocupante. Por su parte, la caja de cambio es algo lenta en conducción deportiva, pero precisa y con el mismo desarrollo de la anterior ER-6n. La faceta diversión está potenciada en esta Z650.

El centrado de masas de la Kawasaki Z650 es óptimo

El anterior chasis perimetral deja paso ahora a una atractiva estructura multitubular y color verde H2 10 kg más ligero (todo el bastidor pesa 15 kg), siendo el causante de gran parte del ahorro de peso total del conjunto en ¡19 kg! respecto a la ER-6n (206 kg antes por 187 kg llena ahora). El basculante pesa 4,8 kg (2.7 kg de ahorro), otro de los puntos trabajados en esta Z650.

A los mandos de la Kawasaki Z650 adoptas una postura relajada y deportiva a la vez, con un manillar algo inclinado hacia atrás sobre el que te apoyas para llevar la moto por donde tú quieras. El asiento está a 80,5 cm del suelo (1,5 cm menos que en la ER-6n) lo que facilita a los usuarios de baja estatura llegar con los dos pies al suelo, pudiendo abrazar un depósito de gasolina (15 l.) más compacto (tiene 1 l. menos de gasolina).

Ya en marcha notas la ganancia en términos de agilidad de la Z650 respecto a su predecesora, realmente sorprendente, sin duda, uno de sus puntos fuertes. Los cambios de dirección son instantáneos y, con una leve insinuación, el tren delantero ya está en la trazada correcta. Bien es cierto que la suspensión en modelos de este segmento es algo justa por eso de ahorrar costes y, en el caso de la Z650, la horquilla convencional (41 mm) tiende a hundirse demasiado en frenadas fuertes haciendo también que la moto se menee algo más de lo normal sobre las irregularidades del asfalto. Aún así, mantiene bien el tipo trazando sobre buen firme o en curvas enlazadas y no hace gala de carencias importantes en lo que a estabilidad se refiere. Un buen centrado de masas manteniendo el escape bajo el motor, el neumático trasero de 16 cm de anchura y el buen comportamiento de las gomas Dunlop Sportmax 204 también inciden en la excelente agilidad de la Z650. En tramos revirados, la Z650 es un auténtico juguete del que te bajarás con una sonrisa.

Faro trasero de LEDs en forma de “Z”, manetas regulables, pequeño hueco bajo el colín y una completa instrumentación digital multi-información (incluye marcha engranada o conducción ECO) completan un equipamiento acorde a lo que cabe esperar en una moto de última generación.

La óptica trasera LED de la Kawasaki Z650 2017 tiene forma de Z, al igual que la Z900

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